¿Qué es la Ludopatía? se entiende como aquella actividad recreativa, al menos en los comienzos, en la que se realizan apuestas e influye de alguna manera el azar. Aquí se incluyen todos los juegos de azar y apuestas: máquinas recreativas grupo B (máquinas tragaperras), tipo A (las que están en salas especiales), bingos, casinos, todas las apuestas que incluye la ONLAE (Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado), los cupones, los juegos de apuestas no regulados o ilegales (cartas, dominó, peleas de gallos, etc), y más recientemente, y no por ello menos importante para un futuro próximo, las apuestas por Internet. Es un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar. Aunque existen factores sociales, culturales e incluso bioquímicos en el juego patológico, está considerado un trastorno de características psicológicas. Es persistente y progresivo de la conducta que acaba en una dependencia emocional respecto del juego. Es decir, implica un deterioro progresivo en la conducta de juego, partiendo de momentos iniciales en los que el juego y las apuestas son escasos hasta llegar al juego patológico, que puede desarrollarse a lo largo de períodos de 10 a 15 años. Llega a afectar de forma negativa la vida personal, familiar y vocacional.
Pautas para el diagnóstico
En que consiste el tratamiento
El tratamiento está dividido en varias etapas.
La primera será de Adaptación, es decir, la Valoración y vigilancia médica durante 48 horas, según prescripción médica dependiendo si además existe algún tipo de consumo de sustancias psicoactivas. Monitoreo y compañía permanente por la parte médica y enfermería y de servidores y/o personal capacitado del Establecimiento; alimentación e acompañamiento especializado con el objetivo de controlar la crisis emocional del usuario por la dificultad de separarse de sus seres queridos Vigilar y observar evolución.
La segunda etapa es de evaluación y diagnóstico y en donde el paciente se integra completamente a las Psicoterapias, grupales e individuales; y rehabilitación física. Sesiones de actividades complementarias terapéuticas como cine debate, ocupacional, dinámicas terapéuticas, ejercicios de reflexión y motivación personal iniciando la fase espiritual. Terapia familiar. El objetivo: es despertar la conciencia del usuario hacia su padecimiento. Confrontación con el usuario y su familia proporcionándoles los medios necesarios para un manejo adecuado de su enfermedad.
La tercera etapa del proceso es familiar, inician los contactos terapéuticos y el trabajo emocional en conjunto. Durante las primeras 3 semanas de contención, el usuario no recibe visitas familiares con la finalidad de integrarlos al proceso de tratamiento sin perturbaciones del exterior. De acuerdo la evolución, se programa la primera sesión de confrontación del usuario con su familia.
La cuarta etapa es el seguimiento o reinserción paulatina, con el objetivo de motivar al paciente para tomar decisiones de manera segura y responsable con apoyo continuo y constante de comunicación con sus terapeutas, consejeras/os, así como la asistencia regular a terapias grupales, individuales, familiares, juntas de A.A, N.A y/o J.A, y servicio en la Establecimiento. Prevenir y disminuir riesgo de recaída emocional y/o franca de comportamientos destructivos.